martes, 12 de febrero de 2008

Jeunesse

Exaltaba el poeta Rogelio López Cuenca el pasado viernes en el salón de actos del recién remozado Centro Cultural Provincial, el "der murá aconfesioná, mariano y rosiero" -el PP tiene un centro que parece una paellera de Guiness- las impagables cualidades de Celia Villalobos como fuente de datos, sólo superadas en su partido por esa otra aguda moralista que es Esperanza Aguirre, a quien sus méritos como ser falible y mediático (Aguirre ha hispanizado el principio yanqui de que cualquiera puede llegar a ser presidente o, en su defecto, ministra) le han llevado a presidir el senado. López Cuenca estaba zapeando sobre las evidencias y consecuencias de vivir en el siglo de la publicidad y los media y citó por dos veces a la alcaldesa. Una, la célebre frase "no pararé hasta que Málaga salga por la CNN" (anuncio de las fiestas de Invierno de su ciudad) y, otra, su reciente recordatorio de que Málaga tendrá un Centro de Arte Contemporáneo, algo que el poeta comparó a las campañas de rebajas: "cada año, al llegar ARCO, la alcaldesa habla del Centro: lo importante no es que lo haga sino que lo anuncie", dijo Cuenca.Ayer por la mañana la alcaldesa-slogan ofreció, en la clausura de la asamblea del consejo de la Juventud de Andalucía en el Instituto Andaluz del Deporte, su opinión sobre la juventud como categoría humana. Tras asegurar que hace tiempo fue joven, dijo alegrarse de que ahora la juventud pueda expresar sus ideas libremente prque "cuando yo era joven el sistema democrático no era como el de ahora, era otro sistema democrático", frase que suscitó un leve murmullo de jóvenes cronológicos cercanos al partido que era el centro antes del PP. Celia alumbró aún más, desde su elegante traje de chaqueta Príncipe de Gales en blanco y negro, sobre la edad maldita: "las cosas que dicen los jóvenes pueden ser muy incómodas porque los jóvenes no tienen esa madurez para pensarse las cosas tres veces antes de decirla". Luego reflexionó sobre las diferencias de civilización entre Málaga y Sevilla en términos de movida juvenil -Málaga es más civilizada, dijo- y concluyó que "al fin y al cabo los jóvenes están para divertirse". Al fin, la joven que fue, alzóse para cantar con todos la nueva versión del himno de Andalucía, donde se sustituye "España y la Humanidad" por "los pueblos" y lo mismo. La alcaldesa, eso sí, no levantó el brazo al pedir "tierra y libertad". Efecto de pensarse tres veces las cosas antes de levantarlas.

No hay comentarios: