jueves, 29 de mayo de 2008

Mirandita der Perché en medio del Orellana



Ahístá: er Cake, Mirandita der Perché. A punto de marcarse por soleá una canción de Chucho o Joy Division, que escucharle no lo hice.


Guapo de las noches, guapo cancionero, listo, artista de vender y profesor de la facu de Bellas Artes, autor de la imagen que ilustra este blogsito de mi corassón, siempre sale en las fotos con cara de venderte una colonia íntima: mono, pero remonísimo. Aquí descubrimos su vena más racial y malaguita, su pepemenismo intrínseco, empero cosmopolita. Es que lo llevas en las venas.


Fue en la celebración de la presentación en la librería Proteo de Málaga del libro Vida Tinta, el primer libro de María Hernández Martí, la marihache. (En otro rato adjuntaré crónica del acto; la crítica anda unos post más atrás).


Como tanta cultura nos enciende los corazones, nos da sed y nos malaguitiza, pasamos por El Beato de Beatas y acabamos en el Orellana y rematamos en el Trifásico. A Mirandita der Perché no le cupo más verdeymorá debajo del pellejo con tanto arte, y allí, en el templo de las tapas bokeronas de mimalagalabella, en ese Orellana de calle Nicasio Calle, se arrancó por Camarón de Manchester y mostró su furia, que no su ruido, escoltado por el Fali, al fondo, tras la barra, último eslabón de la cadena de Orellanos Corleones de la tapita, con cara de guasa y qué te pongo.


Qué arte tiene mi Cake. Mañana te saco guapo, rubio, que me levantao joío.