jueves, 20 de noviembre de 2008

La familia contada

Sesión de Jon Sistiaga. Sala gades. 15 noviembre 2008.

Sesión de Corcobado. Teatro Cánovas. 19 noviembre 2008.

Susana Cáncer en la sesión de Corcobado.

Corcobado cantando por Sinatra.

Jon Sistiaga dirigiendo a las masas y pidienmdole a Conde que meta la música.

Ya he contado antes aquí cosas sobre el ciclo que dirijo desde hace nueve años desde la empresa El Pez Doble, La Música Contada. (http://www.lamusicacontada.com/). Este año, el noveno desde que iniciáramos las programaciones entonces desde la salita del Museo Municipal de Málaga, es la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la que auspicia nuestra programación. Hasta la fecha hemos disfrutado de tres sesiones de discofórums, las de Chojín, Sabino Méndez y Jon Sistiaga y una en concierto contado, la de anoche con Javier Corcobado, que fue intensa y emotiva. Como lo fueron cada una por motivos distintos las de Chojín, Sabino Méndez y Jon Sistiaga. Ya casi hemos cumplido las 150 sesiones y aún hoy me sorprendo y emociono durante las sesiones. Sobre todo, al ver luego cómo el invitado se divierte y se lo pasa pipa y el público agradece y disfruta estos encuentros absolutamente únicas con los personajes y con las músicas que han conformado o acompañado su ideario, sus emociones, sus gustos o su carácter.

Tras la sesión, con Jon. Le dije que tuviera cuidado porque a veces con el micro recordaba a José Luis Perales. "Qué cabrón eres. No he parado de recordar eso durante la sesión", me confesó divertido.


Isa, Carmen, Miranda y Jon, en el Trifásico, tras la sesión. Dejad que las chicas se acerquen a él. Pero no mucho...


Poco a poco, hemos ido conformando una pequeña familia entre el público, la spersonas que hacemos posibles LMC, el personal de los teatros y los invitados que nos abren sus intimidades a base de canciones e historias. Y cada nuevo invitado que viene se acaba integrando en esta pequeña gran familia. Anoche, tras la sesión de Corcobado -con la exquisita Susana Cáncer a los teclados- donde el poeta cantó temas como Digan lo que Digan de Rapahael, Poupée de Cire Poupée de son de France Gall/Gainsbourg, Puerta de amor de Nino Bravo, Corcovado de Jobim, The world we knew de Sinatra, Sombras de Javier Solís, Hoy daría yo la vida de Martihna, Nature boy de Nat king Cole, Bésame mucho de Consuelo Velázquez o Enfermo de ti, del mismo Javier Corcobado, acabamos con el ánimo arriba y ganas de karaoke. Pero no había ninguno abierto en Málaga. Conde, Miranda, Isa, Sabine, Susana, Thalia, Antonio, Javier y yo mismo recorrimos garitos mientras entonábamos canciones como viejos camaradas y como tales, nos despedimos con abrazos y fraternidad. Miranda y yo estuvimos luego en casa bailando toda la noche. Al cabo de 9 años puedo admitir que LMC logra emociones y cercanías que no procuran otros formatos. Permite descubrir intimidades del personaje que ni él mismo sospecha antes de entrar al escenario. Así contó Javier:




-Ahora, con 45 años, sigo siendo el mismo niño que su familia hacía subirse a la mesa del comedor para cantar canciones de Raphael. Nadie me dijo nunca que cantara bien, sino que me sabía muy bien las letras. Pero ahora, como entonces, sólo tenía una cosa clara. Quería ser cantante. Y lo soy. Nadie me dice tampoco ahora que cante bien. Pero soy lo que quería ser.
Desafinado o no, Javier provoca una emoción con sus graves y sus desgarros difícil de explicar. Siempre he admirado a los artistas, pero sólo me han conmovido de veras las personas que arriesgaban su alma y su corazón cuando se enfrentaban al público. Qué gran tipo Javier. Ya ha vivido lo suficiente para calzarse las botas con podería. El poderío de conocer sus fragilidades y sus fortalezas. De tener heridas y desconchones. Como ese micrófonos que usa, lleno de golpes y abolladuras para que capte mejor -confiesa- los graves de su -él dice- limitada pero sugerente voz. Un hombre que quiere hacer una versión de Carioca de Fred Astaire porque "parece volar cuando la canta". La rudeza de Corcobado es frágil. Y ahí, en no esconder esa flaqueza, radica su poder.



Sabino, mirando sus notas durante sus sesión. Sala Gades. 25 de noviembre 2008.

Con Sabino Méndez, que estuvo preciso, contundente, docto y inteligente y amable, también hemos ido armanado una relación de respeto y afecto que nos enorgullece. Suya fue una de las sesiones más coherentes y razonadas y con más gusto musical que recordamos. Con Jon Sistiaga, nos rendimos a sus dotes de comunicador impresionante y a sus ineligencia rapidísima y su naturalidad y contundencia. El auditorio de la Sala gades, donde muchas personas se quedaron fuera estuvo sobrecogido sin decir palabra con los testimonios de las guerras y conflictos que ha vivido en directo. Jon nos prometió que iba a interceder para que viniese a LMC su amigo, el gran actor porno, Nacho Vidal. ¡Sería la polla, nunca mejor dicho! Como ayer mismo una amiga me comentó con malicia ante esa posibilidad, sería "fantástico poder descubrir otras cosas de él que no conocemos". Y otra: "vas a tener que alquilar un pabellón de deportes sólo para mujeres". Un placer fue conocer a Jon y ver su disfrute con la sesión. Como lo fue, en fin, descubrir el impresionante talento como comunicador de El Chojín que rejuveneció y reventó el aforo de La Música Contada con chavales de menos de 18 años y demostró que los maestros y padres deberíamos asesorarnos por un tipo como él a la hora de dirigirnos a los muchachos. En la cena posterior, con Duende y Jorge, Chojín hizo las veces de aliado con los adolescentes. Lo importante, y eso es algo que los padres tardamos en entender a veces, es que a tus hijos les llegue el mensaje, no que ese mensaje tenga que venir directamente de ti.


El Chojín, escuchando algo de soul durante sus sesión del 4 de octubre. Sala gades.

Después de tantas sesiones debo confesar que LMC es una de las cosas que más felicidad me han traído a mi vida. Por una simple razón: porque he podido conocer a personas y artistas asombrosos y he podido compartirlo con muchas personas en igualdad de condiciones. Siempre quise que LMC fuese una cosa de todos. Creo que lo hemos conseguido. Gracias a todos los que han hecho algo por ayudar a ello. Aún sigo con ganas de escuchar canciones e historias.