Selva lame un corazón de azúcar. Miranda me mira mientras le enseño a dibujar casas a Selva. Yo miro a Miranda a través del espejo mientras se corta el pelo. Selva empieza respirar sentada en mis rodillas como quien se entrega a una duna de arena. Miranda ríe, mientras el pelo cae sobre sus hombros. Selva me da un beso y le da el corazón a Miranda. Miranda lame el corazón de todos y sonríe.
miércoles, 19 de marzo de 2008
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