Marihache y Pepe Trueno en el templo del Orellana, promocionándose each other
Familiares, amigos, escritores y un desconocido hombre al fondo al que no se le hizo el vacío y acabó comprando
Y, de perdidos al río, en el Orellana, Marihache simbolizó sus armas de mujé
Con un servidor, meditando presentarse juntos al certamen regional de cejas levantadas
El martes pasado, 27 de mayo, presentó nuestra amiga Marihache su libro de relatos en Proteo, para el que escribe, la mejor librería de Málaga (aunque Cinco Echegaray me ponga por su diseño de espejos y su selección de libros y discos hermosos a la mano del curioso impertinente). La presentó nuestra amiga Esperanza Peláez, en un acto lleno de curiosos, fanes, familiares y amigos. Vamos, la librería empetaíta. Estuvieron regias las dos, Esperanza leyó su relato Puré de pelos -a mí me hizo leer otro para seguir haciendo familia y tomar aliento- y al fin María Hernández Martí -no la busquen en las librerías por Marihache que ése es un alias para colegas- remató la intervención con un discurso fluido, irónico y hasta emocionado sobre el por qué escribo y por qué eso de los géneros canónicos y lo "breve es menor" en narrativa -ya se sabe lo que dicen: sólo eres escritor si te montas una novela- es una solemne sandez que a ella le chupa un pie (abajo verán un detalle de ese pie maqueadísimo que a ella le chupan tales cosas; que Marihache es muy fina y muy limpia y muy divina).
Esperanza Peláez en un momento de su presentación mientras María imagina un futuro Planeta
Y acabó haciendo homenaje a su padre que en tiempos de escasez se metía en las bibliotecas canarias -insular que es la amiga- a leer a guillermo Brown, Guillermo el Travieso, y que siendo ella chica, el papi le colmaba de libros al peso su inquietud superdotada. Así que a él le dedicó emocionada y subtextualmente el acto y el hecho. También habló de su familia, de su hermano el segundo, para explicar que realidad y ficción se prestan cosas pero no van juntas de la mano y tal. Luego, la gente se compró su Vida tinta. Le felicitó, le hizo fimar ejemplares, cosa que a ella le encanta, le dio muchos besos a lo que ella respondía con sus ademanes de actriz de cine mudo y sus risas piolinas en semejante cuerpo de unoochenta. Para rematar nos fuimos los amigos a celebrar el encuentro. De memoria: José Luis, Jose, Blanca Mac, Blanca Mon, Antonio Blanco, la Bono y Alb, Antoñito Sánchez, Javi, Gabi, Esperanza, Pablo Aranda, Pepe Trueno, Cake, Carmen Osuna, Albertito Llamas, Antonio Linares, Carmen Gin, los padres Peláez, Busutil, Maida y Vivi, los titos y primos Marihache's, Miranda, un servidor y algunos que no me acuerdo ahora. Unos se emborracharon flojito, casi todos se rieron, otros dejaron constancia y alguno hubo que intercambió banderines publicados. Como el maestro Pepe Trueno, escritor, coleccionista y músico del grupo Cardefuego que junto a su señora María Rayo anda intentando sacar su nuevo disco, Déjame vivir con alegría, tan bueno o más que su anterior Masculina (http://www.myspace.com/caradefuego2). También dejamos constancia gráfica de ello. Y ya está que es domingo, Miranda está de viaje y aún no he desayunado.
El pie que a María le chupa que lo suyo no sea ni relato, ni crónica, ni reseña ni ná. Con todas sus uñitas pintadas
María, emocionada, al escuchar las palabras elogiosas de su amiga. Sí: tiene cara de lista y además lo es
Más público. Entre ellos, gente chipén de Málaga
Con un servidor, meditando presentarse juntos al certamen regional de cejas levantadas
5 comentarios:
Jesús bendito...
Qué bonitooo! Queremos una exposición de tus fotos pero que ya!
Me encanta lo de los pies de mi Lupe...
Pero es que unas son mías y otras de Miranda. Pero no quiere que se las firme porque están hechas sin intención, son caseras. En concreto, la de los pies de Lupita y la de Lupe et moi son suyas. Asín son las cozas, que yo NUNCA me he puesto medallas ajenas. Eso sí, lo mismo que te digo una cosa te digo otra. Mon Miranda insiste en que el mejor fotógrafo de la casa soy yo. Pero eso sé que me lo dice para animarme y para quitarse méritos. Y a las pruebas me remito. La foto buena es la de la de los pies de Lupe. Pero ya se sabe: uno nunca ve con equilibrio y objetividad lo que hace -para bien y para mal- y necesita que otro(s) le haga(n) de espejo. C'est la vie.
Yo quiero las fotos... por favor... Y otra cosa, ¿tú me darías el correo de Pepe Trueno? Que en los maiespeises esos sólo pueden jugar los que tengan maiespéis... y yo no tengo...
Gracias en general...
Es deliciosa, sí.
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