miércoles, 11 de junio de 2008

Molicie y atardecer en la playa de Almayate









Lo que no muere abrasado por el sol acaba abandonado en la orilla, esperando que algún coleccionista de naufragios lo rescate. Un león diminuto, un toro de latón sobre la colina, un caballo montado por una jinete que oculta su rostro y sombrerea claroscuro como Sandeman, una barca todopoderosa que ayuda a multiplicar la sombra alzada sobre la pared naranja, la familia esperando que las olas de la vida los arrastren a un lugar donde sólo se flote y, al cabo, Miranda marcándome la danza de la arena como una Tadzio generosa y sin morires de amor.

Era un 10 de junio de 2008. A las mismas horas toda España gritaba los goles de Villa en la Eurocopa. A Miranda y a mí, casi solos en la playa, nos regalaron tres matitas de alhelíes en el chiringuito El Jardín. Volvimos a casa y nos comimos un petisú de chocolate.

2 comentarios:

EVA dijo...

jajaaj
Un petisú?
M gusta el león amarillo

Irene dijo...

Me han encantado las fotos, y después, tu relato, no ha hecho más que embellecerlas (me costaba encontrar la poesía en la de la "familia"...).

Lo bueno del líder de Blur es que se embarca en proyectos muy dispares... tanto como Moriente, sólo que con menos egocentrismo, creo yo. El de TGTB&TQ es un producto algo más roquero...