martes, 12 de febrero de 2008

El Museo

"Es el fantasma de Teresa de Calcuta". Ha sido el artista malagueño Rogelio López Cuenca el descodificador del nuevo logo de la Junta de Andalucía: una cara a lo Bélmez por Macinstosh de la santa. Por eso el presidente Chaves se transmutaba junto a la aparición con barba franciscana y almúnica en plan hágase en mí según su palabra. En tanto algunos caíamos de hinojos, la Ciudad del Paraíso, hecha una Somodorra verdulera, no ha parado de dar caña a los habitantes del Palacio de la Aduana. Que te vayas Cabezas; Ferrándiz quédate.El hit político Picasso & Bellas Artes Mix da más el cante que Chiquito pisando tachuelas. Confundir al personal sobre la paternidad del eterno embalaje de los cuadros del Bellas Artes no está ni bonito. Ahora se señala con dedo Pilatos a los dueños -legítimos, señores- de la Aduana: crucifícalos. Pero el Estado (Mayor y Oreja y Rajoy y antes los sociatas) no suelta su casa por la cara, máxime cuando nadie ha tenido la mínima cortesía, empezando por el propio Estado (en su sección Cultura, stand Sara Guirre), de decir por favor u ofrecer pisito a cambio.El que el Bellas Artes parezca un Christo es escándalo tan gordo como que se ha cocido con un buen viaje de cínica desidia. Que a ver quién le ha echado cuentas a un Museo que llevaba casi cuatro años con siete salas cerradas por humedades y presupuestos de regional. Lo bueno de esto es que los maniatados cuadros han conmovido al personal. Pero ni es culpa de Cabezas que el estado tenga un edificio apetitoso, ni tampoco de los cuadros que sus papás del Ministerio de Cultura no sepan qué hacer con ellos. Esta Junta calcutera mientras tanto se pone el hábito de dar edificio al sin techo y dice que su San Agustín (al final va a tener que mediar la Virgen de la Victoria con un milagro) se lo quita de la boca para dárselo al Ministerio. Pero como doña Esperanza no quiere agua enemiga se ha puesto a buscar por el palé malaguita otra casa de tronío. A la vez los munícipes se enredan con los mil y un museos que cabrían en la Aduana y doña Celia de Marte ofrece medalla de la ciudad y ahijamiento a Christine Picasso. (Que la asesoren, no sea que nuestra benefactora acabe pagando al joyero). Y en esta partida en la que a la Junta le sobran ases, viene Rosa Torres, delegada de Cultura, y lanza un farol que no se sabe si es pulso o cagadita: "estamos pensando si el primer cuadro donado por Christine lo guardará Málaga o Sevilla". Y aunque apostilló "yo love Málaga", Málaga se pone a parir: mejor honra sin Picasso que Picasso en Sevilla. Calvo, sólo de recordar al Frente Bokerón con lo de "Todos a por la guarra", jura: "a Málaga, oiga, eso ni se discute".Sería cosa de encomendarse al logo. A ver qué dice la madre Teresa.

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