martes, 12 de febrero de 2008

Felicitación navideña 06


Al acabar el año de Madrina Mandarina de los dragones Rojos
El mismo año que el brote crece y trepa
y encuentra su deseo y no lo entiende
El año que los amantes de cristal se miraron al espejo y supieron del frío
fueron días de ir cerrar puerta a jerarcas y urracas del espíritu
El año que supiste que el amor se pega como un virus
y duele al arrancarse como un corazón vivo
(Que no siempre es contento).
El año de las flores, racimos y semillas y de atender la vida
El año donde robaron las flores de reír y rezar un secreto
El año de las runas, las hadas y las parcas
El año de ir cantando al precipicio mientras el perro muerde
El año de los límites y las constituciones
El año del arcano que no sabes leer
El año que te hiciste reptil y huyó el felino
El año que la madre dejó de robarte el aliento
Y acabó sonriendo en el rostro inocente donde fundaste todo
Y te rompió el cristal y lo llenó de espejos
Y entendiste el cyan, el cadmio y el magenta
El año del enésimo adiós tras para siempre
El año que tirité mucho por las noches y reí como nunca
El año del zahorí emboscado entre los dedos
El año de la fuente de eres tú sin dudarlo.
El año de neptuno azul en las pantallas y venus alada en las espaldas
El año de las mil canciones y la asamblea de yoes
El año donde cerré el puño y acaricié como nunca
El año que me arranqué la piel y encontré otras debajo
El año donde los camaradas quisieron abrazarte.
El año donde las dudas se hicieron inquilinas.
El año que leí cábala y me explotó el conjuro.
El año que se acaba y no sé qué decirle.
El año que debo amar por lo encontrado y hecho.
El año que debo odiar por matar lo que crece
El año donde el niño te guió de la mano y dijo basta
Un año que terminas sereno y mientras tanto
Los viejos niños miran detrás de la vitrina
Y no saben soñar con gatos de dibujo y brujas escondidas
No hay recompensa alguna. Hay la cosa de estar
Esperando seguir ahí para contarlo
Celebrando estas heridas, las mías. Con orgullo las muestro.
Madrina Mandarina sigue viviendo allá, donde los almirantes y dragones pendientes.
El loco sigue acá, donde a veces hay flores, fuentes y cuentos y canciones.
El loco está callado mientras habla.
El loco dice mucho mientras calla.
Ahora está helando. Ahora se derrite. Ahora el viento sopla.
Ahora mil deseos no se cumplen y un millón se construyen.
Un año de estos ya no tendrás deseos.
Un año de estos entenderás las cosas.
Y volverán las canciones del fuego a sonar en la aldea
Y no serás más que un antiguo relato para niños que miran los cristales.
Y los Dragones Rojos se comerán al miedo.
Y te preguntarás por qué han tardado tanto en volver al principio.

H.M.

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