martes, 12 de febrero de 2008

Pan y verso

Llegaron a Málaga con la aureola de ser figuras en sus países, con cientos de recitales multitudinarios a sus espaldas, gran dignidad esteparia y con el hambre y la desesperanza que ofrece una situación económica y social terrible: los poetas Bella Akhmadulina, Nurman Lebanidze, Lia Sturua y Bagater Arabuli, llegaron de Rusia y Georgia a Málaga la semana pasada con la buchaca llena de premios cirílicos, hasta la coronilla de soviets y un "gracias" constante en la mirada. Desde que llegaron al Hotel Larios de Málaga, donde Akhmadoulina cogió una gripe, hasta el sábado de despedida cuando algunos visitaban las bodegas El Pimpi de Paco Campos, los poetas habrán pensado en la paradoja de que en una ciudad tan sobrada de luz y comida, una ciudad que a través de su Diputación se ha gastado un millón y medio de pesetas en traerlos, hubiera tan poco interés por versos como los de Arabuli que pide a su Georgia "tienes que resistir si hasta ahora has resistido".Vinieron para leer en el centro Cultural Provincial sus excelentes poemas, dentro de un ciclo que pretende dar a conocer la lírica europea en una ciudad de tópica tradición poética. La media de asistentes ha sido raquítica: el jueves apenas estaban los poetas Inés María Guzmán, María Victoria Atencia o Antonio Romero Márquez y la gente de la organización. Así que los georgianos antes del recital se entretuvieron con los canapés que por allí circulaban con motivo de un acto paralelo. El Centro del 27 tiene eso, que monta historias pero no se preocupa demasiado de que nadie se entere. Eso sí, el director del centro y poeta, Ignacio Caparrós es uno de los (¿auto?) seleccionados para corresponder a la visita de los georgianos con una delegación de escritores españoles a la pequeña república ex-soviética. Allí es muy posible que halle lectores.La que ha dado en la diana ha sido la película andaluza "Solas", ópera prima del lebrijano Benito Zambrano, que ha trincado el premio del público de la Berlinale. En el equipo estaba el compositor malagueño Antonio Meliveo, quien ya ligó el premio a la mejor banda sonora en el festival de Palma del Río por Rama, de Málaga DanzaTeatro, y quien ultima arreglos del esperado disco de Antonio Banderas, su antiguo camarada del grupo Dintel. Hace sólo treinta años, cuando un español venía de Alemania se traía hasta las servilletas del aeropuerto. Así es de mudable la existencia humana.

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